Pie de atleta 

El pie de atleta, también conocido como «Tiña Pedis» es una infección dérmica causada por hongos. Este suele aparecer en los espacios interdigitales (entre los dedos). Este tipo de infección fúngica está directamente relacionada con el exceso de sudoración. La zona se aprecia macerada, enrojecida y el paciente refiere picor y/o escozor.

El uso de zapatos con poca transpiración y la hiperhidrosis hacen que el ambiente sea cálido y húmedo, lo cual se vuelve muy atractivo para este tipo de microorganismos.



Callo / Piel dura 

Los callos y piel dura son uno de los problemas más comunes que ven los podólogos. Otros nombres para callos y piel dura son hiperqueratosis, claves, heloma y tilma. En la mayoría de los casos, la piel áspera y seca es antiestética en lugar de dolorosa. Sin embargo, la irritación puede conducir a callos que pueden ser dolorosos y difíciles de eliminar. La piel se ha engrosado para resistir la presión. Un callo generalmente se refiere a un engrosamiento más difuso de la piel. Son más comunes en los dedos de los pies, pero pueden ocurrir debajo de la planta del pie, mientras que un maíz es un área más gruesa más focal. Son más comunes en los dedos de los pies. Un maíz puede ocurrir debajo y estar rodeado de callos.


Verrugas plantares 

Las verrugas plantares, comúnmente conocidas como «papilomas» son unas tumoraciones benignas causadas por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Estas están directamente relacionadas con el estado inmunitario de la persona, por lo que la inmunodepresión del organismo hace más propensa la aparición de la verruga plantar.

Este tipo de verrugas rompen la uniformidad de las líneas de la piel. Suelen ser redondas, dolorosas al pellizcamiento y en ellas se pueden apreciar unos puntos negros muy pequeños, conocidos como «papilas».



Mal olor en los pies 

La bromhidrosis es lo que conocemos como «mal olor de pies» y está directamente relacionada con el exceso de sudoración, también conocido como hiperhidrosis.

Lógicamente, la falta de higiene incrementa la intensidad del olor, pero hay otras causas que producen este problema a personas que tienen una higiene adecuada.

Para afrontar esta situación, lo principal es consultar al podólogo para que realice un tratamiento adecuado.

Es necesario tener en cuenta algunas cosas para prevenir y/o reducir este problema:

  • Usar chanclas en lugares públicos para evitar infecciones.
  • Controlar la sudoración con productos antitranspirantes.
  • Mantener una buena higiene.
  • Comprar zapatos de materiales adecuados (a ser posible piel) y con una correcta transpiración.